Los abuelos, un pilar esencial en la familia

Mérida Yucatán a 18 febrero.- Esta semana se celebra en todas las iglesias la Semana de la Familia, del 16 al 23 de febrero dónde se imparten temas de gran valor. Ayer, el tema abordado fue “Familias Sanas, Familias Fuertes”, con el primer tema: “La ansiedad en los hijos (Causas y efectos)”. Hoy, el segundo tema se titula: “¿Abuelos, Educadores o Cuidadores de sus Nietos?”.

A pesar de la alegría de despertar y vivir un día más, hoy me siento con ganas de escribir sobre algo que ha dejado una huella imborrable en mi vida. A veces, cuando somos jóvenes, vivimos intensamente el momento sin pensar en las marcas que esas experiencias dejan en nuestro corazón. La vida nos brinda felicidad, pero también fragmentos de nostalgia y recuerdos que permanecen con nosotros.

Al asistir a las charlas de la capilla Jesucristo Sumo Eterno Sacerdote durante esta semana, recordé mi infancia y el profundo amor que mi abuelo Camilo me brindó. Cada semana, cuando era posible, me llevaba al puerto de Progreso a pescar, donde aprendí a nadar. También solíamos visitar El Centenario, compartiendo momentos inolvidables. Entre semana, pasaba las tardes con mi bisabuela Rafaela, viendo televisión y esperando la hora de la cena, que siempre incluía un delicioso chocolate batido con huevo y pan dulce.

Ahora, la vida me ha dado la oportunidad de ser abuelo y de devolver ese amor a mis nietos. Disfruto cada instante con ellos, reviviendo recuerdos de cuando fui padre por primera vez. Es una experiencia única, como si la vida me ofreciera una segunda oportunidad para dar y recibir amor incondicional.

El tema de hoy en la iglesia nos invita a reflexionar sobre el papel crucial de los abuelos en la familia. Son una fuente inagotable de experiencia, valores y amor incondicional. Su apoyo emocional y sabiduría contribuyen a la crianza de los nietos y al fortalecimiento de los lazos familiares. Durante la charla, los asistentes compartieron sus emociones como abuelos y coincidieron en la importancia de amar intensamente a los nietos sin esperar nada a cambio, con la esperanza de que los hijos recuerden y valoren el esfuerzo de aquellos abuelos que un día cuidaron de ellos.

(Fuente Joel Ordaz)