Qué sigue tras deceso del papa
Ciudad del Vaticano.- La muerte de un papa da inicio a un proceso de varias semanas para permitir que los fieles presenten sus últimos respetos, primero para los funcionarios del Vaticano en la capilla de Santa Marta y luego en San Pedro para el público en general, seguido de un funeral y un cónclave para elegir un nuevo líder para los 1,300 millones de católicos del mundo.
Si un papa fallece, el camarlengo debe certificar la muerte y sellar el apartamento papal. Él mismo dirige las tareas administrativas y financieras de la Santa Sede hasta que asuma el liderazgo un nuevo papa.
El puesto principalmente ceremonial de camarlengo lo desempeña actualmente el cardenal Kevin Farrell, un estadounidense de origen irlandés que hoy lidera la oficina de laicos del Vaticano.
El decano del Colegio Cardenalicio convoca a los demás cardenales para el funeral, presidiendo la misa antes de que comience el cónclave. Ese cargo lo ocupa actualmente el cardenal Giovanni Battista Re, jefe retirado de la oficina de obispos del Vaticano.
LOGÍSTICA
La muerte de un pontífice inaugura una secuencia precisa de rituales que incluyen la confirmación de la muerte en la casa del papa, el traslado del ataúd a la Basílica de San Pedro para su visualización pública, una misa fúnebre y el entierro. Éste deberá realizarse entre el cuarto y sexto día después de su muerte.
Después del funeral, hay nueve días de luto oficial, conocidos como “novendiali”.
Durante este tiempo, los cardenales llegan a Roma. Para que todos tengan tiempo suficiente para reunirse, el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después de que se declare la “sede vacante”, aunque puede comenzar antes si los cardenales están de acuerdo.